Sumtyls – Parte 2
Después de leer aquella extraña frase, Irene dio la vuelta al papel y se dio cuenta de que en la parte de atrás estaba escrita en un tamaño microscópico una serie de letras o números que no llegaba a leer correctamente.
Una pareja de ancianas miraba con atención a Irene desde lo alto de la escalera. Ella, al darse cuenta de que la estaban observando, cogió la botella, volvió a meter el papel y se fue de la playa con dirección a su casa dedicando una sonrisa a la pareja.
Un rato más tarde llegó a su casa. Su compañera de piso se había ido, con lo que probablemente se ahorró la explicación de qué hacía volviendo a casa con una botella de whiskey. Sin ducharse todavía, entró a su cuarto y empezó intentar leer la parte de atrás del papel.
Con la ayuda de unas gafas a modo de lupa consiguió ir leyendo las letras y números, y se dio cuenta de que no era ni más ni menos que una dirección web. La historia se ponía aún más interesante, pero decidió tomarse una pausa, ducharse y continuar con su pequeña aventura más tarde.
Una vez duchada, y mientras abría su portátil, Irene volvió a revisar la botella por si encontraba alguna otra pista. «Connemara Whiskey» es lo primero que buscó en Google, pero aquello no le decía nada. A continuación busco la frase que estaba en un idioma extraño… Y resultó ser el primer mandamiento escrito en gaélico.
No le hizo mucha gracia el resultado de la búsqueda, ya que empezó a tener la sensación de que podía estar metiéndose en un juego peligroso. Tenía un poco de miedo de acceder a la dirección web que había «descrifrado» pero al final se armó de valor y fue tecleando las letras y un número que componían la dirección web: bit.ly/2DDMspI
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