Marca EXpaña
Bastante tiempo antes de emigrar me empecé a preocupar por filtrar bien las noticias que leo, oigo y veo. Con el tiempo pasé más del «veo» y «oigo» al «leo», por la rapidez y mayor facilidad de contrastar la información a través de Internet. También porque la mayoría de las radios y televisiones generalistas en España dan pena.
Entre las tontadas que vi antes de venir para Dublín, estaba una llamada Marca España. Por lo que yo entiendo, es un intento de vender el país en conjunto para atraer capital y turistas. Como propósito no está mal, pero cualquiera con dos dedos de frente sabe que vender «España» como un producto fiable y de calidad es muy difícil. Venderlo como un producto homogéneo es poco menos que imposible.
En los últimos dos meses aquí se ha hablado de España en las noticias por tres asuntos: El tren accidentado en Angrois, la corrupción y el patético asunto de Gibraltar. También relacionaban la corrupción con el tema de Gibraltar, especulando (seguramente con razón) con que se trata de una cortina de humo para tapar todas las corruptelas.
Para mí, España es una falsa democracia con un gobierno inepto y una oposición deficiente donde gobiernan las oligarquías de siempre y la famosa troika. Los ricos son más ricos, la clase media se reduce y los pobres son más pobres. Así son las crisis económicas, y lo seguirán siendo si nada ni nadie ponemos remedio de una puñetera vez.
Sin embargo, veo difícil una solución sabiendo cómo es el español medio: Buena capacidad para trabajar pero poco motivado; creativo y emprendedor pero falto de medios y apoyo; generoso consigo mismo y con los suyos pero egoísta con los demás. Y prefiero no hablar de regionalismos, nacionalismos y caciquismos varios.
En este momento soy pesimista, no veo una «marca» que vender. Veo una sociedad derrotada, anestesiada y que se deja llevar por el puro egoísmo, que mientras no le falte el sustento no piensa mover un dedo. Veo a gente muy valiosa abandonando el país y muchos sin intención de volver. Me veo a mí mismo… Y en mí caso no sé si seré valioso o no, pero aquí estoy.
¿Volveré? De momento el mes que viene, de vacaciones. Para volver de forma definitiva no tengo fecha. Pero quiero que quede claro que no soy un anti-español. Soy un pro-personas, creo en la gente sin importarme su filiación política ni sentimiento nacionalista. Me da igual si se trata de un aragonés, un vasco, un catalán o un murciano de la misma manera que aquí trato con irlandeses, italianos, polacos o zimbabuenses.
El valor que tiene una persona no cambia según su lugar de nacimiento. Los españoles a título individual valemos mucho y se nos valora bien en el exterior, pero como sociedad dejamos bastante que desear.
Creo que tratas al «des»-gobierno de este país con alguna benevolencia, al llamarle solamente deficiente, pero eso da la medida de tu caridad y buen españolismo. Coincido contigo en todo y me siento muy orgulloso de ser tu padre.