Volver…
Llevo poco más de un mes de vuelta en Zaragoza y me sigo sintiendo un poco marciano en mi propia ciudad. No he encontrado muchos cambios así que probablemente lo que más haya cambiado sea yo mismo. Algunas de las razones por las que me fui hace dos años y pico a Irlanda siguen ahí, molestando, pero creo es momento de darle una segunda oportunidad a una ciudad y a una vida que dejé en pausa por un tiempo.
Al volver en mitad de agosto después del fiasco maltés, preferí descansar un tiempo antes de empantanarme de nuevo. No he venido solo, lo cual hace toda esta vuelta más diferente… Pero a la vez más fácil. Sé que de esta manera en cualquier sitio que viva voy a sentirme bien. Eso sí, ya nos hemos encontrado con ciertos problemas burrocráticos en este país. Ciertas cosas no cambian, ¿verdad?
Es hora, por tanto, de volver. Y no lo veo como un fracaso, ya que para mí el cambio sirve para evolucionar y he aprendido mucho de las buenas y las malas experiencias vividas. Vuelvo a estar cerca de las personas que más aprecio y alguna de las que más desprecio. Vuelvo a hacer mi programa de radio, vuelvo a… Sí, hay otras cosas que inesperadamente también vuelven 😉