Estrangeiro… De novo
4 meses sin escribir, no está mal. Como de costumbre, no es porque no tuviera cosas que contar, sino que simplemente no me apetecía. Tampoco es un tema de vagancia o de procrastinación. No, los últimos meses han sido complicados y el momento en el que estoy ahora tampoco se puede calificar como «fácil»… Pero no es malo.
De acuerdo, si alguien ha conseguido terminar de leer el primer párrafo que no se preocupe mucho por mi estado mental. Estoy bien, la única diferencia de un tiempo a esta parte es que estoy escribiendo desde Lisboa. Sí, lo he vuelto a hacer: He emigrado de nuevo y desde hace un par de semanas estoy viviendo en el país vecino.
Poco más de año y medio ha durado mi «retorno a casa». Dado que he vuelto a emigrar, cualquiera se puede imaginar que el retorno no ha sido lo que yo esperaba. Sinceramente, esa es la verdad. No todo ha sido malo pero la sensación que me ha quedado tiende más al agrio que al dulce. Pero como prefiero mirar hacia adelante, lo dejaremos ahí.
Entonces, Lisboa. ¿Por qué? Porque conocía la ciudad, sabía que me gustaba y la empresa que me entrevistó me dio una buena impresión. La mudanza ha sido más fácil de lo que esperaba y si no sucede nada raro tengo todo a mi favor para vivir bien en esta ciudad el tiempo que me toque vivir aquí. Sin plazos, sin remordimientos, sin gilipolleces.
Doy por inaugurada la nueva categoría «Portugaleando» en este blog. Até a próxima!
Espero que el tiempo que os toque vivir ahí sea prolongado, agradable y fructífero. Al fin y al cabo estáis más cerca de casa que otras veces, para ir a visitaros y, además, se trata de unos vecinos fraternales. A ver si algún día podemos decir que estáis en una casa común: Federación de Repúblicas Ibéricas.