Malta: Regreso al pasado
Saludos desde la isla de Malta, la mayor de las islas que componen el pequeño archipiélago que conforma este país. Ojo, cuando digo «la mayor» no hay que pensar a lo grande ya que esta isla tiene la mitad de tamaño que Ibiza.
Hace 2 semanas que aterricé junto a Debora en este extraño lugar en medio del Mediterráneo al sur de Sicilia, al este de Túnez y al norte de Libia. Quizás no es la mejor época para venir a vivir aquí debido al calor húmedo y a la subida de precios al estar en temporada turística.
No hemos tenido mucho tiempo de hacer turismo aunque ya nos recorrimos media isla en un bus sin aire acondicionado. La capital, Valletta, es un sitio chiquitico pero merece la pena darse un buen paseo por allá. Poco a poco, intentaremos ir conociendo todos los rincones de esta isla y de las otras (Gozo y Comino).
Al margen del turismo, la vida por aquí parece tranquila y con cierta sensación de volver atrás en el tiempo. Por ejemplo, se ven muchas casas «de pueblo», las calles son estrechas, casi sin aceras y llenas de baches. Los bares y tiendas cerca de casa parecen anclados en algún momento entre los 60 y los 70… Ah! Y aquí se suele cocinar con butano.
Lo del butano sí que me llamó la atención, ya que no lo utilizaba (si es que mi madre me dejó utilizarlo alguna vez) desde los 80. No obstante, se agradece poder comprar fruta, verdura y otros productos locales de buena calidad cerca de casa. Nos falta encontrar buen pescado fresco ya que aquí incluso cuando vas a la playa dan ganas de agarrar algún pez con las manos.
Eso sí, ya nos ha dado tiempo de ir a la playa. Parece ser que Malta es el mejor país de Europa para darse un baño, y doy fé de que el agua está limpísima. Os dejo por hoy con esta foto que echamos desde cierto famoso hotel en St. Julians.