Primer año en Irlanda
Hoy hace un año que me levanté en el barrio de la Romareda en Zaragoza, cogí un tren con destino Barcelona y me subí a un avión con billete sólo de ida a Dublín. Llevaba casi 30 kilos de equipaje, mucha incertidumbre pero también muchas ganas de comenzar esta pequeña aventura irlandesa.
Si tuviera que poner este año en la típica balanza «positivo-negativo» el lado positivo estaría tocando el suelo. La sensación que tengo en estos momentos es que debería haber hecho este viaje hace bastantes años, quizá también a Dublín, quizá a otro país… Pero eso son meras conjeturas.
No voy a negar los inconvenientes de vivir aquí, como que la familia y amigos están lejos, la vivienda en Dublín es increiblemente cara y el tiempo en Irlanda es algo desquiciante. No obstante estos inconvenientes creo que los puedo encontrar igual o peor en otros países.
En este año he mejorado varios aspectos como mi economía, mi nivel de inglés y ciertos conocimientos de informática y programación. Sigo siendo un poco sociópata, pero está claro que en el plano social-afectivo me siento mejor. Muchísimo mejor que hace un año.
¿Y ahora qué? Francamente, no lo sé. De momento sólo volveré a España de vacaciones. Me siento de maravilla en estos momentos, y de momento no tengo billete de vuelta… Ni un billete de ida a otro país.
Me alegro que el balance sea positivo.
Un abrazo.
David