La foto en el periódico
Me cuesta, cada día me cuesta más escribir algo que no tenga más de 160 caracteres (maldito pajarito azul). Lo peor es que eso también me está afectando a la lectura, y últimamente me veo incapaz de abrir la tapa de un buen libro o simplemente de leerme una buena entrada en un blog. Me limito a leerme los resúmenes de las noticias, artículos o frikadas que voy viendo vía redes sociales o por sitios como Menéame (para quien todavía no lo conozca, altamente recomendable).
Es cierto que hay tal bombardeo de información que a veces resulta difícil distinguir la chicha de la basura. Ya no sólo por la televisión, que es mayoritariamente basura, sino por medios digitales. No me olvido de mi querida radio, en la que humildemente llevo unos años participando, ni de los caduca y anti-ecológica prensa en papel. Sí, he dicho caduca. Sé que hay quien le encanta pasar las hojas de un periódico o de una revista… Yo uso el periódico para que los hurones no enguarren más de lo necesario.
Pero bueno, allá cada cual. Supongo que a estas alturas ni mi abuelo va a ponerse a twittear ni yo me voy a bajar al kiosco a por el Heraldo. A menos que salga una foto mía o de alguien conocido, claro. Porque eso ha sido algo irresistible y que por lo menos no ha cambiado con el paso de los tiempos: Si tú o un conocido tuyo sale en el periódico debes hacerte con él a toda costa. De las veces que he salido en periódicos, salí una vez en la portada del Periódico de Aragón, de rebote por supuesto. Han pasado 16 años desde entonces. En la foto salgo con un mozo del que no sé de él desde hace unos 12 años, pero ahí tengo el periódico entero guardado… Una chorrada como un piano, pero ahí está recogiendo años y polvo mi careto adolescente por los siglos de los siglos. Ea!